LA RED DE ALAIN

CAPITULO III



Chantal se levantó lentamente, le miró a los ojos, se acercó a su boca y muy cerca de sus labios le susurró: - Te deseo tanto!


-No te vayas, no me puedes dejar así.


-¿Así?, ¿cómo?, ¿con la miel en los labios?. Qué pensabas, ¿que era una mujer débil y tonta de la cual te podías reír?. Creo que te has equivocado de mujer, por primera vez en la vida una mujer "débil y tonta" se va a reir de tí. Verás mañana, cuando entren tus empleados a la oficina y te vean en pelotas atado con unas bragas. Ya veremos quién se ríe.


Se dió media vuelta y se marchó lentamente, estaba buena aún siendo tan perra por hacerle esa faena.


-Escúchame, Chantal perdóname.- Sollozaba como un niño, casi prefería que le pegara un tiro.


!Que humillación¡, pero se lo merecía, cuantas veces el lo había hecho con ella, en su página él siempre la ponía a tono, usaba nombres diferentes para comentar sus escritos y le hacía entrar en un juego muy divertido pero arriesgado. Era muy listo y sacaba todo tipo de información sobre ella. La conocía tan bien que la enamoraba locamente con sus palabras y cuando ella se rendía a su pies, entonces él se iba y la dejaba "con la miel en los labios".


Pero esta vez se había pasado, la citó en un aparcamiento de un supermercado, aislado y de noche. Tuvo que hacer filigranas con su marido, para poder escaparse aquella noche. Cuando llego al aparcamiento impaciente, divina de la muerte y con su mejor lencería, dejo su coche en un rincón como él le había indicado, junto a los contenedores de basura. Allí estubo esperando 45 minutos interminables. De pronto apareció el camión de la basura, cargaron los contenedores y cuando parecía que iban a marcharse, el basurero empezó a caminar hacia su coche. !Que horror¡, penso ella. ¿Será basurero?. A la luz de la farola pudo ver la cara de aquel hombre, estaba desfigurada y con una cicatriz que le cruzaba toda la cara. Tocó en el cristal de la ventanilla, su mano era más grande que su cabeza, encallada y negra. Con una voz de ultratumba le dijo ¿Dama Blanca? ese era el Nick de su blog. La sangre se le coagulo, sintió un mareo.


-Tome esto es para ud-. Cuando quiso preguntarle quién se lo había dado, el hombre de la cara cortada había desaparecido. En sus manos tenia un sobre que desprendia un olor a Ralf Laurent de hombre que le hizo ponerse a sudar. Su respiracion y su pulso comenzaron a desbordarse.


Abrió el sobre, allí había una hoja negra doblada por la mitad en la que ponía: mueve tu dama con astucia, el camino recto y sin mirar atrás te llevara al lado de la torre negra D7 Pon la radio, onda melodía. Firmaba : Roi noir. En el sobre había también una llave gigante antigua, de las típicas de portones de casa de las de antes. Pero no estaba oxidada ni vieja.


¿Pero que significaba todo esto?. Puso el coche en marcha, en el desvío se paró, Madrid o Zaragoza, pensó:


"sin mirar atras", y tiró hacia Zaragoza. Iba por la carretera muy despacio, encendió la radio buscaba la onda, pero no era facil, por fin salto el canal. El locutor decía :En esta noche mágica y especial, tenemos a un oyente que nos ha pedido que dediquemos una canción a su amada. Nos ha dicho que le digamos a su dama blanca que la salida 16 es la correcta para llegar a su corazón. Son bonitos los códigos que usan las parejas para expresarse. Bueno, pues querida Dama Blanca ahí va tu canción dedicada.




Comenzó a sonar una canción que hace tiempo ella no oía, era de un autor Francés, muy romántico que murió en un accidente de coche muy joven, se llamaba Joe dassim.


Terminando de escuchar la canción, vió la salida 16. Tomó aquella carretera cada vez más nerviosa y excitada. Llego hasta un pueblo, que parecía fantasma. Por fin, un cartel, Hotel Torre Negra. Era esplendido, un castillo medieval con una gran torre, bordeado por una muralla. Aparcó el coche y se bajó con cautela. Por un momentose le paralizó el corazón. ¿Y si el tío este era un paranoico que le hacia algo malo?. Se oían tantas cosas malas de Internet........

Entró en la recepción, afortunadamente no había nadie. Una gran escalera de caracol subía hacia un infinito desconocido. La decoración era típica de la época de las caballerías. Subió las escaleras y por un momento se sintió como una LadyPax en su palacio. Después de subir casi tres pisos habia un pasillo con solo 7 puertas. No hacía falta leer la nota de nuevo. Llegó hasta la 7 introdujo la llave en la puerta de madera, chirrío. Encendió la luz y sus ojos se abrieron de par en par al ver la habitacion más maravillosa del mundo. La cama con dosel, cortinones de tipo imperio, un tocador de caoba antiguo, cuadros de caballerías y cachivaches de anticuario. Se acerco a las ventanas, corrió las cortinas y abrió el balcón. Era genial, parecido al de Romeo y Julieta. Como la noche no le dejaba ver nada agudizo el oído y pudo escuchar el agua de algun río cercano. Se le paso por la cabeza una pequeña tontería ¿Porque no?. Grito "Doña Jimenaaaaaaa" ja,ja,ja Que genial, como se puede ser tan pava. Cerró la ventana y corrió a la cama dando un salto como cuando era pequeña, miro hacia el techo, miro el aparador. Se levanto cual liebre y abrió todos los cajones para ver que había. En el ultimo vio un sobre que ponía: "Lo sabía, todas las mujeres sois igual de cotillas". - Será gilipollas el tío!!


Se sentó en la cama y lo abrió. Otra hoja negra.- En el baño hay un pañuelo negro, por favor póntelo en los ojos y túmbate en la cama, pero antes enciende y apaga la luz dos veces. Uy,uy,uy ¿a qué juega este?. Se lo puso y se tumbó. Escuchó toc,toc,toc pensó que estaban llamando a la puerta, pero no, era su corazón que latía como un tambor.

CONTINUARA......