Me ha prometido leer todo mi blog entero y eso....pues me gusta la verdad. Asi que, esto va dedicado a el. Pero para todos los demas tambien para que no olvideis mis escritos, tonterias y mis paginas de la vida.
Hace unos años mis hijos pidieron a los reyes magos un "Mister potato". Yo tenia ni idea de lo que era la verdad, así que fui a una gran jugueteria que había cerca de mi casa y con un poco de corte pedí un señor potato de esos. !!Que juego mas raro¡¡¡ ¿seria una patata?. El hombre apareció con una caja del tamaño de una sandía grande y de allí saco una cabeza redonda de tela de color carne, pero aquello no tenia ojos ni cejas ni boca ni na. Era un poco denteroso. En una bolsita había un montón de ojos, orejas y demás partes del cuerpo. El juego consistía en ponerle al cabezon ese todas esas cosas y variarlas de tal forma que cada día tenias un personaje. En fin parecía divertido.
El día que le conocí, me callo bien, era agradable, simpático, educado y cortes...vamos de ese tipo de hombre de los que ya no quedan. Era amigo de una buena amiga, a la cual había ayudado mucho en su batalla amorosa. y ya solo por eso, me gusto mas aun.
No recuedo si fue a la segunda o a la tercera vez que coincidimos, lo que si recuerdo es que habíamos organizado una excursión por el campo a caballo y en cuanto mi hija le vio, al ratito de estar con el y con todo el grupo, en bajito muy discreta ella me dijo:
- Mami ¿ese es Mister Potato?.
Yo me reí y no la dije nada, simplemente pase de ella para que los demás no lo escucharan.
El día fue divertido, el aterrizaje de la Mari afortunada mente fue solo un susto. Y la paella sensacional.
Por la noche cuando fui a ver a mi niña, como todas las noches que voy a darla un besito, ella estaba agarrada a su SR. Potato. Hace años que no le veía. Me hizo gracia y la dije que como es que le tenia cogido en un abrazo tan cariñoso al hombrecillo calvete, que era como yo le llamaba.
Ella me dijo : Es igual que el mami, me ha gustado y me lo he pasado muy bien.
A mi memoria vino aquel día, cargado de ilusiones infantiles, rompiendo el papel de colorines con ansia y esas caritas de emoción y de vida. Allí estaba lo que habían pedido a los reyes...su Mister Potato.Nunca le cambiaron la cara, siempre los mismos ojillos, orejillas y esa sonrisa cachonda.
Hoy me he dado cuenta de que aquel día que llore delante de el, que me sentía super desgraciada, en aquella terraza de los mejis y el me miraba con ternura casi infantil, creo que los reyes se adelantaron y me trajeron a mi Sr. Potato, para entrar en mi vida y ser un buen amigo...como mis hijos. No le cambiare nunca la cara y espero que nadie se la cambie. Nos gusta así.
BIENVENIDO
