Si, un año mas ha llegado el simulacro de amor y paz que todos estabais esperando. Después de un duro año de trabajo nuestros maravillosos jefes deciden hacer una comida o cena de empresa, para de alguna manera redimir sus culpas. Esos cabreos y broncas sin sentido, dan su fruto en estas Navidades para que los curritos, con una sonrisa hipócrita se vayan a su casa pensando que su jefe no es tan capullo al fin y al cavo. En algunas empresas se ha sustituido la cenita o la comida por una mini cesta, que pa una noche te quita el hambre de no tener nada en la nevera. Y hay otras empresas en las que ni eso. Como una que yo me se, de un buen amigo que no solo no le hacen nada de eso, si no que además le bajan el sueldo del negro 200 euros porque se supone que el pobre hombre no vende na.
Y claro, yo me pregunto ¿Pero esa zorra de empresaria (y perdón por el calificativo) alguna vez ha sido trabajadora?. En fin que no voy hacer ahora una tesis sobre como la crisis nos esta afectando hasta tal punto de que un hombre en paro como el de Olot hoy saque su trabuco y se lleve a su jefe y a no se quien mas por delante. Y luego dicen que el pobre hombre tenia un trastorno de la personalidad....Pues a mi me da todos los días con el mio, lo que pasa es que no tengo ningún arma para pegarle dos tiros por gracia o desgracia.
Volviendo a las celebraciones de empresa creo que nunca olvidare la primera a la que fui. No era de mi empresa, si no la de mi novio. Como era una empresa medianamente grande se hizo una cena en el Hotel Palace de Madrid. Podían ir todos los trabajadores con sus parejas. Cuando mi novio me lo dijo, me puse como loca de emoción. Tuve que buscar en el armario de mi hermana para buscar un modelete de lujo, puesto que la cena era de gala y yo lo mas fasion que tenia era una faja de mi madre pa disimular las lorzas.
Una vez embutida en ella me probé todos los vestidos de mi hermana, que me llevaba 10 años. Por fin uno me pareció el mas adecuado a mi talla y edad. Era de lentejuelas y la verdad es que me faltaban los chorizuelos, estaba para pegarme de tortas y no salir de casa en un mes. Pero yo toda maruja, repintá como una puerta y con unos taconazos que me iba haciendo esquinces a cada paso que daba, me fui para el Palace como una poseída.
No se si fue mi juventud y mi poca experiencia o tal vez por los nervios de mi primera fiesta de gala. El caso es que mi novio de un metro ochenta y siete de alto me esperaba en la puerta del Hotel, como un dandi de las pelis románticas, pero con cara de poker. A pesar de ser un tio guapisimo, tenia una mala folla como dicen en mi tierra que para que. En vez de decirme lo guapa que estaba, que la verdad es que no era así, me dijo un hola cortante y tirando de mi, me arrastro literalmente a un pedazo de salón de bodas adornado con todo tipo de detalles navideños.
Con mis tacones chacheros me senté en la mesa que nos correspondía y al ver una copa de champangne llena en mi sitio, me la bebí de un trago. He de decir que no me gusta nada y que me sienta fatal. Al momento un guapo camarero me la había llenado. Cuando iba ya por la tercera, mi novio muy discretamente me dijo al oído que me cortase un poco, pues no quería ningún tipo de numerito y mas estando justo al lado de la mesa de sus jefes. Cuando me dijo eso, me gire para verlos y cual fue mi sorpresa al comprobar que la mujer de su jefe era el vivo retrato de la gorda de "las joyas de la Castafiore". (Para los que no lo sepan es uno de los libros de Tintín). la buena mujer llevaba un tocado o pamelilla negro con unas plumas grandes y negras abiertas a cada lado y una especie de nidito de raso en el centro de la cabeza a modo de casquete.
La cena era un petardo, las conversaciones de sus compañeros mas aun, la música era para dormirse y mi copa de champangne siempre estaba llena.
De pronto pensé.....que el pobre cuervo de la jefa, tenia hambre, así que empecé hacer bolillas de pan que poco a poco iba echándole a la buena señora. Creo que las primeras migas calleron en el nido, luego todo fue muy deprisa, creo que me sacaron entre varios compañeros de mi novio a la puerta del Hotel para que me diera un poco el aire. Aunque también creo que hice una parada en el salón del piano de cola, donde unos cuantos huéspedes guiris tomaban tranquila mente un te. Esperaban ver a una pianista, pero se encontraron con una borracha descojonada que se sentó al piano y comenzo a cantar:Señoras y Señores, para todos ustedes.....Mana mana pidu pidubi.
No sabían si aplaudir con sus ojos atónitos cuando un par de metres del Hotel me cogían por debajo de los hombros y muy amablemente me invitaban a salir tipo dibujos animados, pero sin la patada en la que caen al suelo en la puerta del garito.
Afortunadamente, mi novio no perdió su trabajo, pero yo no volví a tomar champangne, ni fui a un coñazo de cena de empresa mas.
Y bueno, es aquí donde quería llegar para deciros que en esta empresa....la empresa de mi blog, hay una comida pendiente y os recuerdo a tod@s, que es este viernes. El sitio es el mismo.
Restaurante Bishoku. PºSan Francisco de Sales 27. A las 2.15.
Se esperara a los que lleguen tarde y es muy importante que puesto que no puedo regalaros la susodicha cesta de navidad, ni invitaros a la comida....la bruja y yo hemos pensado que ¿porque no hacíamos el amigo invisible?. Los papelillos no los podemos repartir antes. Eso quiere decir que va ser un tanto especial, pues tenéis que comprar un regalo antes, sin saber de quien se trata el que te va a tocar. Por eso tiene que ser UNISEX y muy importante es el precio, máximo 5 euros. Se trata de comprar algo original, cachondo y divertido que nos haga reír un rato. Puede ser del chino o de elaboración propia. No falléis y sobre todo confirmar asistencia lo antes posible.
Ya no hay mas cambios de día, así que el que no venga se lo pierde y va ser una comida.....inolvidable.
