LUCECITA 3ªPARTE

Dejó que su canción favorita terminara. La sangre le corría por las venas a tal velocidad que parecían reventar de sus muñecas.


Realmente, necesitaba descargarse y con quien mejor que con su mejor amigo. Entro al establo, allí estaba el. Tan elegante como siempre, con esa piel negra como el azabache. Majestuoso y tranquilo. Nada más verla, se dio la vuelta y con esos ojos negros tan profundos la miro. Ella se acerco muy despacio y abrazándose a el rompió en lloros. Si el pudiera hablar...le habría dicho tantas cosas. Comenzó a lamer sus lágrimas y con su cara la achuchaba hacia su cuello. Quería montarlo, necesitaba tenerlo entre sus piernas. Ella lo miro con cara de pillina y sabiendo lo que querían ambos, se desnudó completamente. Y así, sin silla ni nada, se subió a su lomo. Sentir su calor y la suavidad de su pelo, la excito. Pero no sexualmente como los retorcidos puedan pensar. Era otro tipo de éxtasis. Lo sentía desde el primer día que su abuela la llevo hasta allí y la dijo.- Venga Luz, monta en tu caballo...es tuyo. Es mi regalo de cumpleaños.
Desde ese momento, no había un solo día que ella no fuera a verlo, a hablar con el en su absurdo lenguaje y a sentir algo que los mortales calificarían de locura. Solo ella podía entender esa atracción animal o sobre natural. A lomos de su caballo se sentía la mujer más feliz del mundo. Y lo que ocurriese fuera, le daba realmente igual. Pero en esta ocasión al sentir un ruido, se sobresaltó. Se agarró fuertemente a Manolete...el nombre lo puso en honor a su abuelo. Era muy taurino y ya que se lo había regalado su abuela, pues en cierto modo estaba en deuda con ella. Aunque cuando estaban a solas, ella le decía "Man" o men. Es decir, era su hombre, el único que hasta ahora no le había fallado nunca.


Cuando cabalgaba desnuda sobre el, se sentía como Lady Godiva. Dicen de la leyenda que así fue cuando cautivo a su marido para que bajara los impuestos de la ciudad. Y el conde así lo hizo, a pesar de que los vecinos no podrían verla, un sastrecillo mamón se quedó mirándola a través de una persiana. Pero por mirón y guarrillo se quedó ciego.



Por fin se abrió lentamente la puerta del establo. Ella se bajo rápidamente de su caballo y logró taparse con su manta. De la rápida caída, tiró sus gafas y también cayó su moñete, dejando suelta su esbelta melena. Manolete se puso un poco nervioso y sin querer piso la manta que embolvia a lucecita dejando su desnudez a la luz de los faroles. A medio metro de ella y casi sin aliento estaba Pedrín. Una mirada de arriba abajo la perforó hasta el ultimo poro de su cuerpo.
-Pedro María ¿Que haces aquí?.
A el le salio un gallo al hablar y tragando saliba la contestó.
-Sabia que vendrías aquí. No te acuerdas que cuando eramos niños me enseñaste tu secreto. Estaba preocupado, pensé que podía ocurrirte algo. Te fuiste tan corriendo de mi consulta, que no me diste tiempo a decirte nada. Estas gua guapipisima. Ya empezaba a tartamudear, como cuando era jovencillo y se ponía nervioso.
Rápidamente Pedrín se quito su chaqueta belstaff y se la dio.
Ella se la rechazo. Se tumbó sobre la paja del box de Manolete y le dijo.
-Haz me lo que en su día tenias que haber hecho. Metemela, Pedro María.
Pedrín estaba loco de emoción, tantos años esperando este momento, tantos años sufriendo un amor juvenil como aquel. La de veces que se psicoanalizó con sus colegas intentando arrancarse la de su vida. Y allí la tenía, en pelotas y abierta de piernas esperando a que el la posellera. Sus levis strauss amenazaban con explotar. Se bajo los pantalones y sus boxer deportivos. Se puso de rodillas y en ese momento sintió como si alguien le abriera la cabeza en dos con un palo. Solo pudo escuchar VIOLADOR vas a morir.
Dimitri con cara de "Viernes 13 decimonovena parte" estaba detrás de el con un gran palo, sudando y con los ojos desorbitados.
Lucecita empezó a reírse como una posesa. Era super gracioso verle con ese gran palo. Parecía la sota de bastos.
-!Pero tronca¡ ¿Estas bien?. Menos mal que llegao a tiempo.
Pedrín se incorporó tocándose la cabeza y con los calzoncillos bajados hasta los tobillos.
¿Que pasará?. ¿Se irán a pegar por mi?. Ahora si que estaba realmente excitada.
CONTINUARA......