EL JUGADOR (CAPITULO IV)

Llegaron al Hotel, pero antes pudo ver una panorámica de Saint-Tropez increíble. Estaba destrozado y lo único que quería era darse una buena ducha y dormir. Quizá no era momento de averiguar que misterio existía detrás de aquella llave. Iba dispuesto a pedir una habitación, pero las chicas no se lo permitieron y entre otras cosas el Hotel estaba lleno a causa de un congreso de aparatos para sordos. La habitación de Wanda no era una normal, era una suite de lujo en el ático que tenia 100 m y piscina privada en la terraza. Vamos que la niña se la veía que no pasaba hambre, no.

- ¿A que te dedicas Wanda?.- Dijo el.
-  Bueno pues juego al golf....voy de compras.
- No, me refiero que ¿de que vives?.
- Ahhhh, pues de Papi y......

Se fue directamente, ya no quería escuchar mas. Ser director general de una empresa de servicios informáticos, le había dado mucho aguante al oír gilipolleces de los empleados. Por eso, lo primero que les decía nada mas entrar a su despacho era: "Se viene lloradito de casa". Sobre todo eran las mujeres las que venían llorando con problemas que el no tenia que porque escuchar. Muchas de ellas eran niñas de papa que estaban acostumbradas a lloriquear en casa.
Estando en la ducha, entro Paxtora en el baño y al verlo en pelotas llamo corriendo a Wanda.- Mira ven, no te pierdas esto.- Cuando Wanda entro al baño y vio el pedazo cuerpo y "demás" que tenia Bob soltó un FIUUUU FIUUUU y no pudo evitar decirle .....¿Hacemos un trio?. Ja,ja,ja.- Dando un manotazo a Paxtora en la espalda le dijo: !Anda tonto que es broma¡ Vamos Pax, deja le que se duche, te echo mientras una partidita de Ajedrez.
Esta ultima frase, le desconcentro mas que las anteriores. ¿Que pasa? ¿Que ahora todo el mundo jugaba al ajedrez?. En fin, que termino de ducharse y salio al salón con una toalla en la cintura. Las chicas estaban en la terraza concentradas en la partida. Estaban en biquini y cada una en su linea, una chiquinina y la otra grandona, estaban buenisimas. Pero ahora no se le levantaba ni con grúa, aunque si tenia que dar la talla haría un esfuerzo sin dudarlo y quedaría como un campeón. Pero se fue a una habitación que tenia una cama gigante. Enseguida se quedo dormido. Tuvo sueños eróticos, piezas del ajedrez que eran bellas mujeres que le asediaban, peones que le admiraban con envidia, una reina con la cara de Pepper que le decía COMEME y el, un rey negro justiciero que con su espada cortaba las cabezas a todo aquel personaje que se le ponía en medio. No quería a nadie y tenía que reinar solo en aquel tablero. En todo aquel embrollo de sueño se despertó sobresaltado y sudando. Se levanto para beber agua, paso por la habitación de Wanda, dormía medio desnuda sobre una gran cama blanca. En la otra habitación estaba la Paxtorcilla, que también era digna de ver con su camisoncillo transparente y su carita angelical. En la barra, de medio cocina del salón vio su ropa ya lavada y planchada. Busco la llave en su chaqueta, pero no estaba. Mirando al rededor vio todas sus cosas sobre una mesilla. La cartera, el móvil, las llaves y la llave. Se vistió con cautela y salio al pasillo. Habitación 103. Bajo al primer piso, era la ultima del pasillo, introdujo la llave y se abrió la puerta. Muy despacio y en silencio entro en la habitación. Todo era oscuridad, cuando sus ojos se acostumbraron a la poca luz existente vio algo que le corto la sangre y le dejo sin aliento para el resto de su vida.