EL JUGADOR (CAPITULO IX)

No se sabe porque extraña situación  Bob sentía una especie de amor-odio hacia Pepper.
Jugaron y jugaron hasta que llegaron a las tablas. (Nota del autor: Para los que no saben, tablas es que no gana ni uno ni otro, vamos, que empatan). Una vez terminada la partida ambos se quedaron esperando la reacción del contrario. Fue Bob el que rompió el hielo en el chat.
- Buenas Noches.

Una conversión un tanto soez se mantuvo entre los dos. Con preguntas y respuestas cortas mas bien banales.
Pero al final de la charla Bob la pregunto que iba hacer mañana, quería darla una cosa. Quedaron citados en un bar de pintxos vascos.

Ella llego antes, como había dormido muy poco y estaba cansada no se molesto mucho en arreglarse. Se puso unos vaqueros ajustados y una camisa tipo hombre. Pidió un vino (Rioja) y encendió un cigarro. Estaba nerviosa y eso la jodia, porque no era una mujer que no controlara las situaciones en todo momento.

El llego casi enseguida, tenia también cara de cansado pero radiaba algo raro, parecía muy feliz de aquel encuentro. Después de un par de besos típicos de amistad, se pidió un Rioja también. Ella le miraba espectante. "Taba guapo el cabron" Como decía una amiga suya.
- Y bien-Dijo ella- ¿Que tienes que darme?.
Veras te he comprado dos entradas para un concierto para que vayas con Manu o con quien tu quieras, para que luego digas que no te regalo nada.

Pepper se quedo un poco descolocada. ¿Que significaba aquello?. ¿Es que quería ir con ella y no se atrevía a pedírselo?, o quizás las había comprado para otra y le había fallado.
- ¿Y quien canta?.
- Michael Bouble.
- Pues no tengo ni idea de quien es.

Después de pagar, la cogió de la mano y sin decir nada, la metió en su coche. Comenzo a conducir por una carretera secundaria que parecía no llevar a ningún sitio. Iban en silencio ella no se atrevía a decir palabra. Aquel hombre le producía una cierta inquietud que no sabia descifrar. Llegaron a lo que parecía el fin del mundo, era algo así como una cima de un pequeño monte. Se veía todo Madrid iluminado. El espectaculo era impresionante y digno de ver. Bob se bajo del coche pero antes conecto la radio a todo meter.
- Este es Bouble ¿Bailas?.







Cogiéndola de la cintura comenzo ese baile encima de la ciudad, se dejo llevar, quería dejarse. No era una mala pareja de baile. Lo hacia con soltura y la noche, las estrellas y ese escenario al fondo pusieron el resto.
Lo mas lógico es que terminaran haciendo el amor, pero ninguno de los dos quiso, no era el momento ni el lugar. Aunque después de la secadora......cualquier sitio era idóneo para ello. La acompaño hasta su coche y después de un pequeño abrazo y un par de besos medio fríos, la dejo marchar.

 

Ella en su coche y de camino a casa iba pensando en el todo el tiempo, pero el sueño la vencía y se sentía medio mareada, quizás por los riojas. O tal vez por las ultimas palabras de su conversación en aquel bar. Había dejado a su novia y eso daba que pensar. ¿Era su momento ahora que estaba libre?.

De repente y no se sabe de donde apareció un coche  igual que el de Bob y le parecía recordar que era la misma matricula. Poco a poco el BMW todo terreno se fue acercando a ella por detrás. Pepper sonreía y pensaba en Bob con cara de picara. Aminoro la marcha y el cochazo se puso a su lado. Los cristales estaban tintados y no lograba verlo. De pronto un volantazo del BMW la tiro practicamente de la carretera.

¿Pero que hace? ¿Esta loco?. Una nueva embestida la saco del todo estampándose contra un árbol.
Perdió el conocimiento, cuando abrió los ojos todo era resplandor y blancura. ¿Estaria en el cielo?. Un hombre alto, con el pelo moreno, unos ojos marrones profundos y una bata blanca la miraba con atención.
- ¿Donde estoy? ¿Que me ha pasado? ¿Quien  es Ud.?.

Le dolía la cabeza un horror. Aquel hombre no parecía tener cara de malo, aunque el sitio era de lo mas raro, era como estar en una nave espacial. Se fijo en el bolsillo de la bata y a duras penas leyó. NOSTROM.
¿Seria la empresa?¿Seria el nombre del tío?. No se encontraba bien, volvió a perder el conocimiento.